Desterrar viejos vicios del pasado, no es tarea fácil. “Politiquillos” incrustados en el nuevo gobierno se resisten a olvidarse de canonjías, salvo honrosas excepciones.
Decimos esto porque algunos servidores públicos y diputados cargan en exceso a “escoltas”, más bien conocidos con el nombre de “guaruras”, quienes van por los niños a la escuela, llevar al mercado a las señoras y de paso cuidan las residencias.
Algo que llama la atención, que exfuncionarios tienen a su disposición varios elementos.
Mientras que en la ciudad y en el interior del Estado el alto índice delictivo va en aumento.
En la capital oaxaqueña los atracos con armas punzo cortantes es alarmante. En el transporte urbano, en las calles, en el comercio, los delincuentes hacen de las suyas ante la complacencia policíaca.
En ocasiones las personas han perdido la vida al resistirse ser atracados.
Los malvivientes usan; picahielos, cuchillos, charrascas, desarmadores, navajas, como una “nueva forma” de silenciar.
Según la escala de seguridad en el país, Oaxaca se encuentra en el lugar número 8 en reducción de incidencia delictiva, pero la realidad es otra.
Según versiones de un ex jefe policiaco, los delincuentes van un paso adelante de la policía, algo paradójico no cree usted.
Que bueno que en la actualidad se haya creado el Centro Estatal de Evaluación, Certificación y Control de Confianza, en la Secretaría de Seguridad Pública, para una policía confiable.
Pero, volviendo al tema principal del exceso de “guardaespaldas”, que en el pasado era muy común con cargo al erario público, hoy continúa e inclusive con ex funcionarios y ex diputados, algo injusto ante tanta pobreza en el Estado.
Haciendo hincapié que los trabajadores policíacos solo cumplen ordenes, de lo contrario perderían su empleo.
EDITORIAL NO. 167 TUCÁN IMPRESO: “CONTINÚAN VIEJAS PRÁCTICAS PRIÍSTAS CON AMENAZAS DE MUERTE: FRANCISCO TOLEDO”
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