Gregorio García
Ante la falta de una regulación del combustible que al inicio del año llevaba la “Comisión Reguladora de Energía” (CRE), dependiente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), y que a mediados del 2018 el precio de gasolina; Magna, Premium y Diésel no tiene un tope, además de que los empresarios dedicados a comercializarla han aumentado a su antojo de centavo en centavo, llegando hoy en día a casi 20 pesos por litro, sin que se piense en la economía familiar y el golpe al bolsillo ya tan lacerado.
En tanto, los automovilistas al ser los más afectados, han emitido sus quejas y denuncias por el alto costo del combustible, así como el no despachar litros exactos en algunas gasolineras, sin embargo, la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) poco ha hecho por regular el servicio ante la ausencia de supervisiones como es su función.
Y es que de acuerdo a los expertos el que incremente el costo de la gasolina repercute en productos de la canasta básica, además de insumos de exportación que provienen de otros lados del país.