Hetilberto Juárez
Violando el Reglamento Municipal y el Código Fiscal de la Federación (CFF), el gobierno Estatal encabezado por el maestro Alejando Ismael Murat Hinojosa, a través del sistema de Distribución Integral de la Familia (DIF), instaló frente a la Catedral de Oaxaca un puesto de madera en donde exponen para su venta productos con imágenes vectorial referentes a las costumbres locales; playeras de algodón, tasas y cilindros, son vendidos al público en general sin la expedición de comprobantes fiscales, así mismo al interior del módulo de madera no se observan los permisos correspondientes municipales para el inicio de operaciones. Esos productos, son los mismos exhibidos en los Estados Unidos durante una expoventa encabezada por la presidenta honorario del DIF, Ivette Morán Murat, acto que fue seriamente cuestionado por el fotógrafo internacional, Diego Huerta, al utilizar sin permiso unas de sus imágenes para comercializar, mismo que ha iniciado los procedimientos legales para lograr una indemnización por los derechos de autor.
El viaje al extranjero y las ganancias quedan en el cuestionamiento ciudadano, ya que el DIF Oaxaca, a nivel estatal, continúa con las mismas carencias y sin cumplir con su objetivo principal de instrumentar, promover y ejecutar programas y acciones de excelencia en materia de asistencia social que aseguren la protección integral de la familia. Prueba de ello es que la entidad continúa en los últimos lugares de desarrollo y pobreza extrema.
Asimismo, el Centro Histórico y las principales avenidas de la capital, dejan ver el aumento de niños explotados laboralmente, sumándose las decenas de indigentes que ocupan atrios de iglesias, jardineras y fuentes para su aseo y necesidades fisiológicas, sin tener esas personas un lugar digno para vivir o para lograr su rehabilitación, objetivos propios del DIF.
Es así como, el comercio de las piezas exhibidas como parte del “Mercado Guelaguetza” se exhiben en la plancha del zócalo de Oaxaca, junto con otros puestos de lentes clonados de marcas nacionales, aguas, chicharrones y artesanías, sumándose a la competencia del mercado irregular que rompe con la estructura del Patrimonio Cultural de la Humanidad.