Hetilberto Juárez
Luego de la convocatoria emitida por la Comisión Permanente de Derechos Humanos de la LXIII Legislatura del Congreso local, para renovar puestos del Consejo Ciudadano de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), han brotado una serie de cuestionamientos para algunos personajes inscritos desde el pasado mes de abril cuando se dieron a conocer las ternas que permitirán definir al próximo Consejo Ciudadano Autónomo.
Dentro de las ternas, se encuentran ex presidiarios, gente déspota, así como personas cercanas al titular de la DDHPO, Arturo Peimbert, como es el caso de Estela Morales Hernández, actual secretaria particular del titular ombudsman, la cual se rumoró tiene el pase directo por su investidura actual, así como, dos consejeros que quieren reelegirse con el respaldo de Peimbert.
Otro de los casos es, el de Elvia Echevarría Cadena, quien ya cuenta con antecedentes de malos tratos y arrogancia en la Contraloría de la DDHPO, la queja fue realizada por un padre de familia de la escuela Secundaria Técnica 118, a través de la cual se inició un expediente de amonestación por malos tratos a víctimas de violaciones a Derechos humanos, lo cual es una prohibición para ocupar el cargo de consejero según lo estipulado en la ley.
Uno más, se trata de la aparición de Calipso Mejía López, quien es identificada como ex integrante de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APO), además de ser hermana de Adán Mejía, ex líder de los ambulantes, quien recientemente fue procesado y encarcelado en el penal de Santa María Ixcotel.
Por otra parte, dentro de otras opciones, se cuenta con hombres y mujeres comprometidos con la sociedad y con la probada experiencia y ética en temas de derechos humanos, sin embargo, fuentes internas de dicho órgano manifiestan que hay “mano negra” por parte de funcionarios que buscan el continuismo del poder, así como de diputados locales y funcionarios actuales.
El destino de los Derechos Humanos en Oaxaca puede cambiar su rumbo por el lucro y los cotos de poder, debido a que un grupo de personas denominadas “paracaidistas” pretenden continuar operando como una “agencia de colocaciones” en uno de los órganos que requiere por su propia naturaleza de honestidad.
¿Usted que opina, amigo lector?