Muere indigente que dormía en Avenida Juárez

Gregorio García

La tarde de ayer falleció el indigente que vivía y dormía en la banqueta de la Avenida Benito Juárez del Centro Histórico de Oaxaca a un costado de las ex instalaciones del DIF Estatal, ahora convertido en estacionamiento, las causas de su muerte se desconocen hasta el momento, sin embargo, las especulaciones como en otros casos de personas en situación de calle, son la falta de alimentación, las gélidas noches, la adicción al alcoholismo y/o a la drogadicción.

Estas personas que se han incrementado cada día y que piden limosna o solo frecuentan algún espacio público, se pueden observar en la zona de la periferia de la capital, así como en la Central de Abasto y en el Centro Histórico de Oaxaca, mismos que han quedado en el olvido para las autoridades estatales y asociaciones civiles que se dicen defensores de los más desprotegidos cobrando donaciones, donativos y fondos económicos que les inyectan desde la Unión Europea, América Latina y México, principalmente.

Los programas anunciados para beneficio de los más necesitados no reflejan la realidad, los montos millonarios para este sector no marcan un cambio para mejorar su calidad de vida, ni hacen que disminuya el número de las personas en situación de calle, si no por el contrario, la problemática social va en aumento.

Además, en los casos de la Central de Abasto estas personas comenten ilícitos, robos y asaltos en su mayoría, para poder intercambiar los objetos de valor, teléfonos celulares o autopartes a cambio de su dosis de droga o alcohol, consumiéndolos al instante y pernoctando entre los almacenes y pasillos de la zona comercial más grande de Oaxaca. Este móvil es su modo de vida que les permite seguir manteniendo su vicio, alejados de una sociedad que los trata como invisibles y que aunque sabe de su existencia los ignora y poco ha hecho también para poder auxiliar o referir a estas personas a los albergues o lugares adecuados para su recuperación, donde aprendan un oficio o practiquen un deporte y en consecuente logren su reinserción social.

Otro indigente que se va, el de la Avenida Juárez, quizá con la ilusión en su mente de encontrarse en un paraíso, ahora sí descansará en paz y se espera que no sea una estadística más, sino un referente de crear políticas públicas que ayuden en verdad a los más necesitados que viven en el olvido.

Avenida Juárez
Avenida Juárez

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