Julisa Sánchez
Fue en el año de 1985 cuando las calles de Macedonio Alcalá, ubicadas en el corazón del Centro Histórico de Oaxaca, fueron cerradas al paso vehicular para dar paso a uno de los destinos más importantes de la capital, el Andador Turístico, el proyecto presentó las calles de cantera que daban un hermoso realce a la arquitectura colonial de los inmuebles de la zona, en especial al Majestuoso Templo y Exconvento de Santo Domingo de Guzmán.
Poco a poco, el destino turístico fue tomando referencia a nivel internacional, convirtiéndose en uno de los puntos más importantes de la fe católica para rendir culto en la Procesión del Silencio, además, ha sido el destino preferido de Jefes de Estado, artistas, políticos, celebridades de todos los sectores sociales y del pueblo de Oaxaca, donde además es un recorrido de las típicas calendas, ya sea por alguna festividad patronal, graduación, boda o algún evento especial.
Sin embargo la magia se ha opacado, debido a que en los últimos meses, la corrupción que se expande a través de la venta de espacios públicos para comercializar en vía pública en la ciudad de Oaxaca, ha llegado a las calles del Andador Turístico con la instalación de más de 100 puestos.
Según el reglamento municipal, los espacios habilitados en esa zona turística para venta de artículos varios, no cumplen con los mínimos requisitos para tal objetivo, de ahí la molestia y cuestionamiento ciudadano, principalmente de los pequeños empresarios que han disminuido sus ventas por la competencia desleal y también por tapar con las estructuras de fierro los accesos y la vista a sus negocios, aun cuando cumplen puntualmente con el pago de impuestos y normas que sanidad y protección civil les exige para poder operar, exigencia que no se le solicita a los ambulantes.
Otra irregularidad en los puestos ambulantes es que no cumplen con los estándares de calidad y garantía de los productos que comercializan, además de violar las Leyes Tributarias del País.
En ese sentido, el Municipio de Oaxaca de Juárez encabezado por Oswaldo García Jarquín, no ha informado sobre cuotas, permisos, número de espacios vendidos o rentados, y principalmente sobre el nombre de la organización que ha invadido el Andador Turístico y calles aledañas en acuerdo con el H. Ayuntamiento.
Mientras tanto, el ambulante continúa invadiendo las calles de la capital, en donde se estiman alrededor de 15 mil puestos en sus tres horarios, matutino, vespertino y nocturno, dejando una derrama económica muy importante que no registran a las arcas municipales ni en las del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
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