La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) recibió el dictamen que concluye que la causa de muerte de tortugas marinas, en la región de la costa de Oaxaca, es debido a un parásito denominado trematodo espirórquido (Spirorchiidae spp.), luego de llevarse a cabo exhaustivos estudios histopatológicos.
En coordinación con especialistas del Laboratorio de Investigación en Reproducción Animal (LIRA) de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO); el Centro Mexicano de la Tortuga (CMT); y la Universidad del Mar (UMAR) en el Estado de Oaxaca, se realizaron los estudios correspondientes para determinar las causas de muerte de tortugas marinas, luego de que 118 quelonios quedaran varados en la región de la costa de la entidad.
Especialistas del LIRA realizaron las necropsias a ejemplares de quelonios y efectuaron estudios histopatológicos, por lo que los resultados arrojaron la presencia del parásito trematodo espirórquido (Spirorchiidae spp.), el cual causa microtrombos en el cerebro y en otros órganos de las tortugas, provocándoles problemas respiratorios.
La parasitosis por trematodo espirórquido ya ha sido reportada en otros países como causa de muerte en tortugas marinas; se sabe que produce problemas neurológicos y provoca que las tortugas presenten dificultades para respirar al no poder levantar la cabeza, lo que las lleva a la muerte por hipoxia (insuficiencia respiratoria por bronco aspiración).
Asimismo, la PROFEPA y los especialistas no descartan la presencia también de factores primarios como los cambios de temperatura o concentración de nutrientes que incrementan la proliferación de bacterias y parásitos, como este trematodo. Uno de los principales factores pudiera deberse a la presencia de sustancias neurotóxicas, provenientes de los organismos dinoflagelados presentes en el tunicado conocido como salpa, tal como lo reportó la UMAR.
En atención al apoyo que la PROFEPA solicitó, el Laboratorio de Investigación en Reproducción Animal (LIRA) realizó las investigaciones para conocer las causas de la contingencia relacionada a la mortandad de tortugas prietas (Chelonia agassizi), tortugas carey (Eretmochelys imbricata) y de un ejemplar de tortuga golfina (Lepidochelys olivácea).
Por ende, la PROFEPA convocó a distintos especialistas con el propósito de establecer un plan de trabajo para afrontar la contingencia.
A fin de muestrear ejemplares, la PROFEPA junto con el LIRA realizaron recorridos vía marítima, desde la Bocabarra de Lagunas de Chacahua hasta la Bocabarra de Laguna de Corralero, en busca de cadáveres flotantes de quelonios, así como tortugas vivas con presencia de signos clínicos como anormalidades en el movimiento o en la flotación, que son indicativos de problemas de salud.
En el Santuario La Escobilla se recolectaron restos útiles de ejemplares de tortuga para realizar un diagnóstico; se tomaron muestras de sangre de una tortuga prieta macho sobreviviente que se encontraba resguardada en las instalaciones del Centro Mexicano de la Tortuga.
Posteriormente se tomaron muestras de una tortuga varada en playa San Juan Chacahua, y se llevó a cabo la necropsia de los cadáveres reportados con el fin de iniciar el procesamiento de análisis.
Las tortugas marinas encontradas con vida y signología indicativa con problemas para respirar y sumergirse fueron trasladadas a las instalaciones del CMT, donde fueron atendidas por el personal médico de la institución, sin embargo en días posteriores fallecieron.
Se trataba de un ejemplar hembra tortuga prieta (Chelonia agassizi) y un especimen de tortuga carey (Eretmochelys imbricata).
La necropsia y los estudios histopatológicos correspondientes fueron realizados por miembros y colaboradores del LIRA, quienes reportaron la presencia del parásito trematodo espirórquido (Spirorchiidae spp.), como el causante de microtrombos en cerebro y otros órganos de los quelonios.
“Por ello, la PROFEPA, los Parques Nacionales Huatulco y Lagunas de Chacahua, así como el Centro Mexicano de la Tortuga, la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca y la Universidad del Mar, trabajan a marchas forzadas para poder precisar la cronología de los eventos que desencadenaron la muerte de tortugas juveniles en la costa oaxaqueña.”
Al concluir que las causas de la mortandad fueron de tipo natural, la PROFEPA solicitó a las instancias antes mencionadas continuar con el monitoreo de tortugas marinas para detectar oportunamente nuevas incidencias.