Julisa Sánchez
En los últimos dos meses los costos de la canasta básica se han disparado sobre manera, al igual que el combustible y otros insumos de consumo personal e industrial, lo que se ha vuelto una situación preocupante e imparable en México, mientras que en Oaxaca la falta del circulante económico, proyectos de rescate, programas de financiamiento a empresas pequeñas y grandes, entre otras malas decisiones de los organismos gubernamentales, han abonado a agravar la crisis financiera.
Considerado como el nivel más alto de inflación en los últimos 22 años, según el Índice Nacional de Precios al Consumidor del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), y según el Banco de México, la inflación se ha reflejado en el incremento de la tasa de interés en los últimos 16 meses seguidos, situación que puede continuar incrementando hasta el cierre de año.
De acuerdo al estudio antes mencionado, la cebolla ha elevado su costo en un 37.6 por ciento, el aceite de cocina subió de costo hasta un 50 por ciento, el cual se mantiene alto, así como el cono de huevo que ya alcanza casi los 100 pesos, la tortilla de máquina, el pan de caja y dulce, entre otros productos que continúan incrementando sin un tope, a los ojos de las autoridades y al parecer bajo el concilio de los legisladores, quienes no han implementado una iniciativa que obligue a los responsables a dar soluciones efectivas que paren la inflación y en consecuencia el golpe a la economía familiar, así como el aumento del salario mínimo, para que alcance solventar todos los gastos necesarios.
Con el reciente regreso a las aulas de forma presencial, si bien la economía se reactivó en el sector educativo y sus proveedores, el número de pignorantes también incrementó, ya que muchos de los padres de familia sufrieron el desfalco económico, debido al efecto oferta – demanda, las papelerías, zapaterías, librerías, tiendas de uniformes y accesorios, así como las mismas escuelas aprovecharon para generar altas ventas.
A pesar de hacer una Feria especial de “Regreso a Clases”, supervisada por la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), y bajo el lema de proteger al consumidor, en este caso a los padres de familia, las quejas fueron constantes debido al intenso incremento de los costos de cada producto, como ejemplo una libreta que se cotiza hasta en 100 pesos o más, lo que los afectados calificaron de abuso por la época y después de dos años de pandemia.
Además, mucha responsabilidad tiene la mala administración en todos sus niveles por los actuales funcionarios públicos, quienes no dan una solución al conflicto de la crisis económica, establecer redes financieras, así como la facilidad a los inversionistas locales y extranjeros, sin embargo, los más afectados son todos los mexicanos, y en su caso los oaxaqueños.
“A menor crecimiento económico se suman las fuertes presiones inflacionarias, un bajo dinamismo de la creación de empleo, caídas de la inversión y crecientes demandas sociales”, advirtió los riesgos de la inflación la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
El actual gobernador del Estado, el maestro Alejandro Murat Hinojosa, ya está por culminar su sexenio y con aspiraciones presidenciales, ha tenido un pésimo desempeño en la función pública, sin obras de impacto social ni progreso para Oaxaca, el mandatario estatal junto con su gabinete ha contribuido a la actual inflación que afecta los costos en la agricultura, minería, energía eléctrica, gas, agua, construcción, transporte, servicios inmobiliarios y de alquiler, educación en todos sus niveles, de salud y de esparcimiento, entre otros.