Yo me llamó Rachel y ¿vos? Son las primeras palabras de Rachel después de analizarte con la mirada durante un tiempo, si logras ganar su confianza, Rachel se aferra al cuello con sus pequeños brazos y con sus piernas a la cintura, entonces Rachel se queda prendida a ti, para siempre, en el corazón; en días pasados la imagen de esta pequeña, invadió muchos de los periódicos nacionales y locales que cubrían el Viacrucis Fronteras Aliadas, a todos enamoró, la pequeña de tres años y medio, que a todo pulmón gritaba. “por qué nos matan, por qué nos asesinan, si somos la esperanza de América Latina”.
“Los Migrantes nos somos criminales, somos trabajadores internacionales”, es otra de las consignas que Rachel a su corta edad aprendió, en los hombros de alguno de sus tíos, o de su “papa” Cristobal, uno de los tantos ángeles de migrantes de los que hace dos columnas hablaba, Cristobal no es su padre, pero le dio en casi un mes de caminar a su lado lo que tal vez Rachel no conocía, amor, protección, Cristobal logró darle amor fraterno a la pequeña Rachel.
La pequeña Rachel, le obsequió el 14 de abril con temor una flor al Comisionado del Instituto Nacional de Migración Ardelio Vargas Fosado, Rachel no sabía el monstruo al que estaba mirando, El soberbio Ardelio quien estuvo a cargo de los operativos en San Salvador Atenco, estado de México, en mayo de 2006, tras los cuales fueron denunciados hechos de agresiones físicas, sexuales y detenciones arbitrarias.
Ese mismo año Ardelio fue responsable de la movilización de policías federales en Oaxaca, donde hubo múltiples choques que dejaron muertos y heridos, de integrantes de los grupos sociales. Rachel no sabía quién era ese monstruo que estaba justo ahí parado frente a ella, que tenía toda la intención de detenerla y a 239 migrantes más que la acompañaban.
En una pasada reflexión hablábamos de la situación de los defensores que abogan por la integridad de los migrantes, Ángeles de migrantes que lo único que buscan es acompañar y salvaguardar un poco el tránsito de quienes buscan no solo llegar a Estados Unidos, tal vez el tema ya no sea exactamente ese, el tema real es huir de la guerra que viven en sus países de origen que los hace desplazarse, alejarse de quienes con total impunidad los amenazan, asesinan, violan a las mujeres, por el simple hecho de sentirse poderosos, intocables, las guerras que se viven en Centroamérica son terroríficas, México ya se encuentra casi a esos niveles, sin embargo los migrantes piensan que no hemos llegado a tal terror, tanto que ellos expresan “lo único que quiero es alejarme de mi país para que no me maten o a mis hijos y en México la gente es buena y podemos hacerlo”… ojalá y lográramos entender eso, ellos ya no buscan un sueño americano, buscan salvar sus vidas.
La lucha de Rachel empezó hace tres años y cuatro meses que sin saberlo fue dejada al cuidado de su abuela, su madre encontró a otra persona y se unió a él, su padre bueno él como regularmente sucede solo dio la vuelta, Rachel no sabe que su abuela salió huyendo de Honduras por amenazas de muerte, que si se quedaban en su país podían inclusive asesinarla a ella, Rachel no lo sabe, solo sabe que estaba caminando a lado de mucha gente, que aprendió a gritar justicia, que sin quererlo se ha convertido en la voz de miles de centroamericanos que cruzan este país que muchos le han llamado el infierno de los migrantes.
Tuve la oportunidad de conocerla, de que se prendiera a mi cuello, de que con la sonrisa que la caracteriza solo con aquellos que ella siente que debe regalarla se entrega, la enorme dicha de jugar con ella, de hacerla reír como lo que es una niña, de llevarla prendida a mi descansando, de compartir con ella su alegría por un par de huaraches escogidos por ella, una falda y un vestido.
Hace algunos días me separe de Rachel, no sé qué sigue para ella, así como el destino de los 17 menores de edad que acompañaban el Viacrucis fronteras aliadas, que inició el 24 de marzo en Suchiate y que con muchos obstáculos llego a su primer destino, México D.F., solo espero que la esperanza de la abuelita de Rachel se concrete, encontrar la calma y la paz que en su país no hay, solo espero que Rachel mantenga esa sonrisa siempre y que sepa que en algún lado del mundo hay muchos seres deseando que su niñez sea diferente y que entonces su lucha a pesar de todos los por menores sea llevada a cabo.
y también espero que la guerra que inició Enrique Peña Nieto,contra los migrantes representado por Ardelio Vargas no las toque a ellas, que logren regular su estancia en este país, que puede darles desde su realidad una tregua a lo que viven en Centroamerica.
@FridaGuerrera