Gregorio García
Este fin de semana el precio de la gasolina alcanzó los 20 pesos por litro, costo exhibido en las pantallas y bombas de las gasolineras de Oaxaca, en algunas el precio es de hasta 20.08 pesos en Premium, 18.72 pesos en Magna y 19.72 en Diesel, costos que continuaran en aumento hasta concluir el año 2018, dado que la Comisión Reguladora de Energía (CRE), que depende de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ha perdido su función, dejando a consideración de los empresarios el aumento del combustible.
Ante ello, los usuarios, así como los choferes y organizaciones del transporte público prevén un aumento en sus tarifas. Al igual que en los servicios médicos y medicinas, además de los costos de electricidad se esperan nuevos costos.
Mientras que productos de la canasta básica como la leche y el arroz podrían aumentar de 10 y hasta 30 por ciento sus precios actuales, según el Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche y Consejo Nacional de Productores de Arroz de México.
Todos estos aumentos de precios a los productos de primera necesidad, según los expertos en economía comparado con el salario mínimo actual quedarán superados y se volverán totalmente inaccesibles.
A pesar de las constantes quejas ciudadanas, la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) en sus múltiples delegaciones a nivel nacional no se ha pronunciado, ni ha realizado un operativo que busque defender el bolsillo de los mexicanos ante los aumentos desmedidos del combustible que se reflejan directamente en otros productos y servicios.
Por otra parte, los ciudadanos hacen un llamado a los nuevos legisladores para que aborden el tema de manera puntal para evitar más aumentos irregulares en un país que se encuentra devastado económicamente.