Begonia Hernández / Tucán
La vida de Bernardo González, artista plástico originario de Guadalupe Etla, es una historia tejida con color, constancia y una profunda pasión por el arte. A lo largo de 30 años de trayectoria, su pincel ha sido testigo del pulso cultural de Oaxaca, una tierra que no solo lo vio nacer, sino que habita de forma permanente en su obra.
Autodidacta por convicción y creador por vocación, Bernardo González ha llevado la fuerza simbólica del arte oaxaqueño más allá de las fronteras, con exposiciones en México, Estados Unidos, Bélgica y Alemania, integrando su trabajo a colecciones públicas y privadas que reconocen su valor estético y su carga humana.
Su camino artístico lo ha conducido a escenarios emblemáticos como el Palacio de Bellas Artes, la Universidad de Chapingo, galerías de Nueva York y diversos espacios culturales de Europa. Cada exposición ha sido un acto de diálogo entre la memoria, lo social y la identidad, reflejando la riqueza cultural de un estado donde el arte es herencia viva y resistencia cotidiana.
Para celebrar estas tres décadas de creación, el maestro prepara la exposición “Primero Sueño”, un proyecto que reunirá cerca de 38 piezas y que se proyecta para 2026. La muestra aspira a ser presentada en Oaxaca, como un regreso simbólico a la raíz, al origen que inspira su obra, aunque actualmente se encuentra en la búsqueda del espacio adecuado para albergarla.
Porque Oaxaca es cuna de artistas, y también tierra de reencuentros, merece abrir sus puertas y celebrar a quienes han dedicado su vida a transformar su historia, su cultura y su espíritu en arte que trasciende fronteras.
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