Julisa Sánchez
Ante los amagues de desalojo por parte del Municipio de Oaxaca de Juárez, miles de ambulantes han retirado sus puestos de los principales destinos turísticos, para ocupar otros espacios en el Centro Histórico de Oaxaca, las calles que permanecían limpias y seguras en el primer cuadro de la ciudad, ahora son ocupadas por estructuras de fierro oxidadas, lonas, mesas, sillas, vehículos abandonados que son ocupados de bodega, etc. Estas acciones han incrementado la contaminación y delincuencia en puntos donde la tranquilidad tenía presencia.
Además, los comercios establecidos que tenían vista han sido cubiertos por el ambulantaje, generando graves pérdidas económicas, desempleo y algunos hasta el quiebre de sus negocios, sin que hasta el momento, el edil capitalino Oswaldo García Jarquín, responda a los reclamos de los pequeños empresarios.
Por el contrario, el comercio informal se reestructura con mayor presencia y fuerza en las calles aledañas al zócalo de Oaxaca.
Calles como Flores Magón, Las Casas, Bustamante, Reforma, 20 de Noviembre, Porfirio Díaz, Hidalgo y J. P. García, son las invadidas, sumándose los parques de Oaxaca, así como los mercados 20 de noviembre y Benito Juárez. Asimismo, el comercio informal, mantiene presencia en las Colonias y Agencias de Oaxaca en donde aún no llegan los “desalojos”, por lo que se estima ya son más de 12 mil ambulantes en la capital.
Por otra parte, los informales han reiterado que cuentan con permisos otorgados por la presente administración municipal y las anteriores, en donde lo cobros son de 200 a mil pesos al día, según los espacios y el lugar. De este recurso millonario no se sabe su destino, lo cierto es que los permisos cuentan con el sello del Municipio de Oaxaca de Juárez.
Mientras tanto, el Contador Francisco Martínez Neri, presidente municipal electo que entrará en funciones el próximo día 1 de enero del año 2022, aún no contempla un plan para dar una solución definitiva a la problemática que agravó Oswaldo García Jarquín.
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