Las maestras y maestros son festejados hoy en México, sin embargo, para muchas y muchos hoy no fue un día de fiesta, fue un día de seguir buscándose el pan de cada día, fue también un día de lucha y de protesta. Fue un día de recordar los años de formación y de servicio.
Hay maestras y maestros que saben que con sus enseñanzas poco a poco son forjadores de conciencia, saben también que en el arte de educar participamos todas las personas y que los seres humanos no dejamos de aprender jamás. Que cada lectura nos deja una huella siempre.
Se sabe también que el Sindicato de Trabajadores de la Educación es uno de los más combativos de México y que la Sección 22 del SNTE en Oaxaca ha sido fundamental para la creación de la Coordinadora Nacional de la Educación, CNTE. Columna vertebral del movimiento social.
Debemos seguir manteniendo y fortaleciendo ese espíritu combativo frente a los enemigos de clase, las viejas políticas neoliberales, la guerra y el crimen organizado que asesina hora tras hora al pueblo, incluidos alumnos, maestros, padres de familia. No tienen respeto por la vida.
Los 43 de Ayotzinapa desaparecidos por el Ejército Mexicano hoy serían maestros frente a grupo en las comunidades, en la montaña del estado de Guerrero. Frente a eso, un Gobierno cómplice de las viejas políticas de guerra sucia. AMLO mantiene el viejo manto de impunidad.
La periodista palestina, Shireen Abu Akleh, fue asesinada por las fuerzas armadas de Israel cuando realizaba su trabajo en medio de la vieja guerra declarada al pueblo palestino desde hace muchos años por el gobierno israelí. Esa es otra guerra como la de México que no se ve.
Hace cinco años fue asesinado el periodista Javier Valdez en Sinaloa y recientemente Yesenia Mollinedo Falconi y Johana García Olivera, Veracruz; Luis Enrique Ramírez Ramos, Sinaloa. Estamos frente a una guerra mundial donde la supremacía blanca se impone.
Así, ahora solamente conviene poner el foco en la guerra desatada contra el pueblo de Ucrania por Rusia en su enfrentamiento con Estados Unidos y sus socios de la OTAN pues, es el pueblo de Ucrania el que ha quedado en el fuego cruzado entre las grandes potencias mundiales.
Por eso resulta fundamental la labor educativa y formativa de todos los educadores a nivel global, que los seres humanos seamos realmente importantes para los seres humanos, que desarrollemos la capacidad de escuchar y de escucharnos. No podemos seguir ciegos y sordos.
En esta carrera hacia el despeñadero es necesario parar, observar nuestro entorno. Los muros artificiales y naturales no pueden seguir siendo las fosas comunes donde con la muerte de las personas migrantes mueren los sueños en pro de una vida digna, de un mundo mejor.
Debemos ser capaces de mirarnos, entendernos, comprendernos, ayudarnos como seres humanos. Las cárceles no pueden ser el destino de quienes como el indígena zapoteco Pablo López Alavez no tienen los recursos para enfrentar la máquina política y judicial que los aprisiona.
La apatía no puede seguir siendo la respuesta frente a la muerte de cien personas al día en México, una mujer cada dos horas. Frente a las más de cien mil personas desaparecidas, la complicidad y la impunidad de las fiscalías, de los tres niveles de gobierno en el país.
Frente a esa fatal realidad que nos aqueja la fórmula sigue siendo educación y más educación. Conocer nuestros derechos, aprender a defendernos, defender los Derechos Humanos aquí y en todo el mundo. Defender nuestro derecho a la felicidad y a una vida de calidad y con calidez.
¡Gracias maestras y maestros!
Desde un rincón del exilio,
Juan Sosa Maldonado
Defensor de Derechos Humanos
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