El abandono, inconclusión del espacio para visitantes y daños, son las causas para el rescate de la magna obra, señalaron representantes del artista Vladimir Cuevas en su última visita
Buscan extender los puentes de comunicación con las autoridades del municipio de Oaxaca de Juárez
Julisa Sánchez
La escultura del Danzante de la Pluma más grande del mundo, colocada hace unos meses en el Cerro de Yavego de Zimatlán de Álvarez, podría tener una nueva sede, al encontrarse en total abandono, manifestaron los representantes del artista internacional, Vladimir Cuevas, durante su última visita.
Ante ello, buscarán extender los puentes de comunicación con las autoridades del Municipio de Oaxaca de Juárez para presentar un proyecto de instalación en alguna de las zonas ya identificadas y de representación de la ciudad de Oaxaca.
El artista plástico vio con buenos ojos el que la obra sea reinstalada en una zona segura en donde tenga todos los estándares de seguridad, además de estar al alcance de la admiración de propios y extraños.
La obra de más de 13 metros de altura develada el pasado 29 de Julio del 2018, bautizada como el “nuevo guardián de Zimatlán” fue inspirada desde un sueño del artista al momento en que se encontraba en lo alto de Yavego.
Además la estructura de fibra de vidrio inspirada en un personaje representativo de la Guelaguetza y los Valles Centrales, refleja los rayos del sol sobre el colorido penacho, pieza que mide más de tres metros aproximadamente.
Por su parte, las autoridades de Zimatlán de Álvarez han descuidado la magna obra donada por Cuevas, donde han permitido que la estructura sea dañada y ocupada para zona de alcoholismo y drogadicción, así como basurero al aire libre, por lo que tanto el artista como pobladores han mostrado su inconformidad.
Cabe resaltar que Oaxaca de Juárez no cuenta con magnas obras que representen el orgullo de la cultura oaxaqueña, donde pasadas administraciones solo han saturado de esculturas folclóricas que nada tienen que ver con la arquitectura colonial y Centro Histórico “Patrimonio Cultural de la Humanidad”, por lo que el Danzante de la Pluma más grande del mundo sería la primera escultura monumental que represente el orgullo oaxaqueño.
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