MUERTO EL REY, VIVA EL REY…

En la monarquía de las comunidades europeas se usaban frases delante del pueblo para despedir al soberano fallecido y para reconocer de inmediato a su sucesor; ¡El Rey ha Muerto, Viva el Rey!… o ¡Muerto el Rey, Viva el Rey!

La rapidez en la elección del nuevo monarca se debía a que imperaba el método de la herencia del trono por parentesco, basada en el absurdo derecho divino que permitió la conformación de las llamadas “dinastías”.

Esto viene en relación porque en México los “cacicazgos” políticos se aferran a no dejar el poder, manteniendo  frenado el desarrollo de  las comunidades, principalmente de nuestro Estado.

Recordemos los  70 años del “reinado” priista, donde el beneficio únicamente fue y ha sido para unos cuantos. Ahora, con la llegada de un nuevo gobierno “había una esperanza” de transformar Oaxaca. Desafortunadamente algo sucedió, quizás la inexperiencia de una “coalición de partidos” y de quienes la conforman, debilitó al equipo de trabajo  para echar por tierra un buen proyecto. Y esto es aprovechado por políticos  que se  perpetúan en  el poder, como una “dinastía”  de padres a hijos.

Desde el inicio de la nueva administración,   los grupos inconformes, y ex-gobernadores,  emprendieron campañas proselitistas en todo el Estado, no importando la investidura del gobernador en turno.

Por un lado, José Murat Casab, impulsando a costa de lo que sea  a su hijo Alejandro Murat, actual titular  del Infonavit, como fuerte aspirante  al próximo relevo gubernamental.

Se ha mencionado a  los legisladores priistas en el Congreso Local,  reformando  a modo la Constitución de Oaxaca, para prepararle el camino al joven Murat, quién tendrá que quitarse de enfrente en la elección interna del PRI a su duro rival, el Senador, Eviel Pérez Magaña (dos veces perdedor en comicios electorales; una de gobernador y otra al Senado), así también al joven que ha subido como la “espuma”, Héctor Pablo Ramírez Puga Leyva, actuar titular de Liconsa, candidatos del ex-gobernador, Ulises Ruíz Ortíz, con quién josé Murat Casab, mantiene una fuerte “pugna” política.

Y por el otro lado, al ex-gobernador y actual militante panista, Diódoro Carrasco Altamirano, proyectando al  Diputado Federal perredista, José Antonio Estefan Garfias (eterno aspirante a gobernador). Más, los que se vayan agregando de aquí a fin de año, con los “mini” partidos, que en ocasiones sirven de reciclaje y hasta de comparsa de grupos de poder.

Hoy en medio de la crisis económica, ningún “chambista” se quiere quedar fuera del presupuesto gubernamental, sobre todo aquellos que estuvieron en la “banca” un sexenio. Otros, juegan un doble papel  tomándose  fotos con los aspirantes.

Por eso, ¡Muerto el Rey, Viva el Rey!, aunque las comunidades oaxaqueñas vivan en la extrema pobreza.

Editorial 194. Tucán Impreso.

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