Andrés Arturo Solis Álvarez
Este miércoles 13 de marzo estuve, como muchos y muchas colegas, en la presentación del reciente informe de agresiones a periodistas que elabora la oficina para México y Centroamérica de la organización británica de derechos humanos Artículo 19. Las cifras cada vez más desoladoras.
Allí fue presentada la campaña conjunta entre Artículo 19 y Change.org “Impunidad Mata” que busca que el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto le de las facultades administrativas y operativas que necesita la Fiscalía Especializada pra la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión de la Procuraduría General de la República (PGR); reclamo que hemos hecho desde hace años, desde que nació la misma fiscalía y que inclusive hemos comentado con al menos tres fiscales.
En el evento escucharon este reclamo la fiscal Laura Borbolla y el subprocurador Ricardo García Cervantes (ambas personalidades panistas que sobrevivieron al regreso del PRI a Los Pinos), pero no hubo espacio a escucharles una respuesta, que claro, sería méramente retórica.
No espero una respuesta positiva del presidente, porque el tema ni siquiera le interesa y seguro al procurador Jesús Murillo Karam tampoco, por aquello de que anda ordenando que se niegue el acceso de periodistas a las instalaciones de la PGR.
A Peña Nieto no le interesa la protección a periodistas o al menos no lo ha dicho. Ni como gobernador del Estado de México ni como candidato a la Presidencia ni ahora como jefe del Poder Ejecutivo.
Prefiere ir a los funerales de Hugo Chávez Frías en Venezuela y hasta la asunción del nuevo jefe del Estado Vaticano y no tuvo tiempo de hacer un viaje “in house” a Puebla, para asistir a la reunion de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y en su lugar envió a su secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet Chemor, que en vez de hablar de libertad de expresión, sólo fue a presumir la reforma educativa. Valiente discurso.
Claro que aunque haya ido a la reunión de la SIP, lo único que hubiese mostrado Peña Nieto es que se acerca a los empresarios y no a periodistas, porque la SIP está integrada mayoritariamente por los dueños de los medios, no por quienes nos ensuciamos los zapatos todos los días y que somos quienes enfrentamos los riesgos.
Y encima… una vez más la SIP reclama protección a periodistas y hasta ofensivamente se atreve a augurar un sexenio negro para la prensa mexicana pero… siguen pagando malos salarios, siguen sin dar condiciones laborales y siguen sin pagar capacitación a sus periodistas.
En dos años he impartido más de 25 talleres de Autoprotección para Periodistas, la mayoría autofinanciados por mis propios colegas, otros con financiamiento de algunas instancias de gobierno y hasta de empresarios refresqueros o metalúrgicos.
Hasta ahora NINGÚN empresario de medios me ha pedido ni mucho menos contratado para brindar entrenamiento a sus periodistas.
Y como colofón de la reunión de la SIP fue que haya sido en Puebla, donde el gobernador Rafael Moreno Valle “reitera” su respeto a la libertad de expresión, cuando cotidianamente impide la labor informativa y por voluntad u omisión ha permitido que en toda esa entidad vaya creciendo el clima de agresión y violencia hacia periodistas.