Miradas de reportero
Por Rogelio Hernández López
Una y otra vez referían, con tono de satisfacción, que por primera vez había logrado reunirse tanta gente representante de las izquierdas socialistas y comunistas mexicanas. Y después de una larga sesión acordaron llevar sus consensos a cada una de las 31 organizaciones ahí representadas: crear una coordinación nacional que “contribuya a evitar el regreso al poder de la derecha y profundizar el actual proceso de cambio”.
Y ese alarde colectivo por estar realizando tal encuentro nacional de socialistas y comunistas se explica porque desde 2019 han intentado reducir su atomización.
Este fue un segundo paso después de que ya habían logrado formar el Movimiento de Unidad Socialista (MUS) con 19 de estas agrupaciones. Y ahora, entre las y los 62 delegados que llegaron sobresalió, otra vez, la presencia de los activos del MCM que militaron en el desaparecido Partido Comunista Mexicano.
Átomos en movimiento
La sorprendente reunión se realizó el 19 de noviembre en el auditorio del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Nuclear (SUTIN). 20 días antes los coordinadores del MUS propusieron atender la convocatoria para intentar un frente mayor y aprobaron un documento base.
En ese texto reconocen que “desde los inicios del actual gobierno, el 1 de diciembre de 2018, ha sido evidente la enorme división y dispersión entre las diversas fuerzas de la izquierda socialista mexicana y de los movimientos sociales”.
En la naturaleza, los átomos similares tienden a agregarse para formar estructuras complejas y estables, pero no fácil ni rápidamente.
Eso parecieron entenderlo quienes aceptaron participar en esa primera gran coordinación que llamaron Movimiento de Unidad Socialista (MUS). Pero hasta febrero de 2023 apenas habían acordado coordinarse 19 de los muchos átomos sueltos de esta corriente de pensamiento:
Alternativa Martiana capítulo México; Catedra “Antonio Gramsci”; Central Unitaria de Trabajadores, CUT. (Con luchas campesinas e indígenas en Veracruz y en Guerrero, y otros movimientos en Baja California Norte, Nayarit, Jalisco, Colima, Sinaloa, Campeche y Coahuila.); Coalición Obrera Campesina Estudiantil del Istmo, en lucha, COCEI-ML. (Desprendimiento de la COCEI original de Oaxaca).
También la Coordinadora Socialista Revolucionaria (CSR), (Frente de cuatro organizaciones trotskistas como la Liga Socialista Revolucionaria (LSR), el Comité de militantes de la IV Internacional en la CDMX y el Colectivo Colima Anticapitalista; todas se asumen como de la Cuarta Internacional (Secretariado Unificado) con presencia en la Ciudad de México, Chihuahua, Colima, Estado de México, San Luis Potosí, Guerrero y Sinaloa);
Igual habían pactado el Frente Amplio Socialista, FAS; Frente de Escuelas Democráticas Febrero 25 (FEDEF25); Frente de Organizaciones Sociales de Veracruz (FOSVER); Frente Estatal de Trabajadores de la Educación y Ciudadanos de Chiapas (FETECH); Frente Popular Francisco Villa, FPFV. (Con presencia en la CDMX y Estado de México); Movimiento Ciudadano del Sur (MCS);
El Movimiento Comunista Mexicano, MCM. (Núcleo veterano desde la disolución del PCM con presencia en al menos 12 estados), resolvió en ese mes de febrero encaminarse a la formación de un partido nacional y procurar la unidad de las izquierdas socialistas;
Estaban también el Movimiento para la Liberación Nacional y el Socialismo, MLNS. (Agrupamiento de carácter lombardista y con presencia en Veracruz); la Organización Campesina Popular Independiente de la Huasteca Veracruzana (OCPIHV); El movimiento de Articulación Socialista y Poder Popular ( antes ONPP de carácter social con presencia en Chiapas y Oaxaca); y la Unión de Juristas de México (UJM).
De los que fueron partidos están en el MUS el Partido de los Comunistas Mexicanos, PCM. (crisol de exmiembros del Partido Popular Socialista de Jorge Cruickshank, Partido de la Revolución Socialista de Alejandro Gascón Mercado y otros); el Partido del Trabajo, PT. (único con registro electoral, de origen maoísta y aliado de Morena en los congresos federal y locales) y el grupo más reciente llamado Poder de los Movimientos Sociales, PODEMOS.
La siguiente unidad
Y nueve meses después se convocaron a los integrantes del MUS y a otros similares que coincidieran. Así el 19 de noviembre, representantes de otros 12 organismos también fueron convocantes o participantes para discutir la posible formación de un frente más amplio. Y entre estos resaltan núcleos de socialistas que militan también en Morena:
Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC “Dolores López); Colonias Unidas de Oaxaca (CUO); Convención Nacional Morenista (CNM); Coordinadora de Demócratas y Socialistas (CDyS); Foro Nacional de Militantes de Morena (FNMM); Grupo Arte y Pensamiento (GAP); Izquierda Democrática Popular (IDP); Morena Socialista (MS); Movimiento de Unidad Socialista de Sinaloa (MUSS); Movimiento Nacional Organizado (MONAE); Red Socialista Militante (RSM) y Revolución Popular Zacatecas (RPZ).
Sus propósitos
Una causa de la enorme segregación de esta corriente de pensamiento había sido la caracterización del movimiento fundado por López Obrador y de su gobierno federal. Pero en la convocatoria lograron unificar tesis, para facilitar la unidad de acción. Sostienen allí que:
“La elección del gobierno de Andrés Manuel López Obrador en el 2018, fue una auténtica insurgencia popular electoral en contra de los partidos de la derecha neoliberal, corruptos y autoritarios, que habían puesto a la nación bajo los intereses de una pequeña minoría totalmente sumisa a los intereses del imperialismo.
“Aunque el nuevo gobierno no ha roto de fondo con las políticas neoliberales reconocemos que se han realizado importantes reformas progresivas en materia de salarios mínimos y derechos laborales, en el sector energético, en asistencia social y en el combate a la corrupción y el despilfarro, entre algunas otras”
Y allí también apuntan los elementos mínimos para su programa de acción inmediato del nuevo frente para que contribuya a “profundizar al actual proceso de transformación”:
“Aún está pendiente –subrayan– la recuperación de los salarios contractuales y la eliminación de la brecha salarial de género, introducir una reforma fiscal progresiva para reducir la brecha entre ricos y pobres, desprivatizar el sistema de pensiones, resolver de fondo el problema del intercambio desigual ente la ciudad y el campo, avanzar en el desmantelamiento del sistema patriarcal como objetivo de Estado, crear un auténtico sistema de cuidados, garantizar los derechos sexuales y reproductivos como el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo y auditar la pesada deuda pública ilegal y odiosa que padecemos…”
El otro gran propósito del encuentro, el de la unidad de acción, se asienta también en la convocatoria que reunió a los representantes de los 31 agrupamientos.
Sostienen que “ se hace necesaria la recomposición de una izquierda ecosocialista, anticapitalista, feminista y democrática que, sin caer en sectarismos o perder su identidad y autonomía, tenga la capacidad de unir fuerzas en torno de un proyecto político propio y alternativo que contribuya a evitar el regreso al poder de la derecha, de formular un programa para profundizar el actual proceso de cambio y de impulsar un proceso de auto organización de las clases oprimidas y explotadas”.
Las resoluciones logradas en más de 10 horas de discusiones no fueron públicas porque las llevarán al interior de cada uno de los organismos. Pero desde el inicio de la concentración se notaba entre los asistentes una especie agrado y orgullo por haber logrado reunirse tantos en un solo lugar. Quizá, en pocas semanas se muestre que esa gente de ideología comunista y socialista está madurando para lograr una participación más efectiva entre los sectores politizados y activos de la población, como lo anuncian. Mirada de reportero.