Metztli Beltrán.
La función y responsabilidad que tiene la Coordinadora Estatal de Protección Civil en Oaxaca (CEPCO) a cargo del Maestro Óscar Valencia García, en los 570 municipios, es como su nombre lo dice, aplicar todos los medios y recursos económicos disponibles para realizar actividades que disminuyan riesgos en zonas vulnerables de desastres naturales o de carácter antrópico, bajo el beneficio de salvaguardar las vidas humanas de una población, sin embargo, está muy lejos de ser realidad en las 8 Regiones de la Entidad, donde se siguen registrando siniestros que se pueden prevenir y sobre todo tragedias que dejan muertes.
El pasado lunes 7 de febrero del presente año, se dio a conocer la lamentable noticia del fallecimiento de un reconocido empresario y político oaxaqueño, al interior de un restaurante en la Colonia Reforma, donde de acuerdo a los paramédicos la causa de muerte fue broncoaspiración, es decir el paso accidental de alimentos sólidos o líquidos a las vías respiratorias que puede causar asfixia, accidente que puede prevenirse con los primeros auxilios según los médicos, sin embargo, en ese establecimiento público como en la mayoría, así como mercados, zonas arqueológicas y otros lugares de afluencia turística y para público en general, no se capacita al personal con lo básico en primeros auxilios, que como su nombre lo dice, se aplican al instante de la emergencia y pueden salvar vidas, pero al parecer a Protección Civil en sus diferentes niveles no le parece importante retomarlo.
Además, recientemente se reportó a los números de emergencia que, al interior de una vivienda en San Antonio de la Cal, habían explotado tanques de gas, según los cuerpos de emergencia seis fueron los lesionados. Un caso similar es cuando reportan explosiones de polvorines en zonas urbanas, depósitos de pirotecnia que ponen en peligro a los habitantes del lugar, nuevamente emergencias que se pueden evitar si los talleres, difusión de información en medios de comunicación, visitas por supervisores capacitados y otras acciones de alertamiento a la población se implementaran, destinando el recurso millonario a verdaderas acciones que generen un cambio en la ciudadanía para que como su eslogan lo dice “la Protección Civil sea una tarea de todos”.
El pasado 27 de mayo del 2020, al interior de la Central de Abasto en el área de artesanías, más de 100 locales y respectiva mercancía se habían consumido por un incendio, provocado por un corto circuito, según el reporte oficial, siniestro que hizo que cientos de familias perdieran su patrimonio, hecho que pudo haberse evitado si los especialistas que labora al interior de Protección Civil hubieran estado al pendiente de la zona comercial más grande de Oaxaca.
Y es que gracias a la pandemia, se ha dado un valor más importante a la salud, donde hemos aprendido a adoptar medidas sanitarias para evitar el contagio del covid-19, donde los empresarios y locatarios de mercados han establecido filtros sanitarios para cuidar a la clientela, subsidiados por sus propios medios y sin la capacitación que se requiere por los mencionados órganos protectores de la ciudadanía, quienes no se les ve realizando visitas, colocando señaléticas, estableciendo zonas y rutas de evacuación, así como implementando talleres y despejando dudas.
Inundaciones y deslaves, previo a la época de lluvias, se pueden disminuir o implementar acciones que eviten tragedias mayores donde viviendas devastadas y muertes es el saldo de afectaciones que queda, por hacer un caso omiso a los fenómenos naturales.
Con solo algunos ejemplos mencionados, se puede decir que la ciudadanía está sola enfrentando situaciones de riesgo y emergencias, donde ninguna autoridad se ha pronunciado para cuestionar la omisión de Protección Civil, así como el destino de los millonarios recursos que recibe cada año dicha dependencia, donde muchos de sus directores solo han visto a la dependencia como un trampolín político.
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