Desde el año 1977, cada 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer y es la ocasión propicia para destacar el papel de quienes bajo un uniforme policial han dedicado parte de sus vidas a la seguridad de las y los oaxaqueños. Dos de estas mujeres son Ángela Anselmo Hurtado y María Guadalupe Ortiz Álvarez, integrantes de la Policía Auxiliar, Bancaria, Industrial y Comercial (PABIC) y de la Policía Vial del Estado, respectivamente.
Con 27 años de servicio y 55 de edad, Ángela, originaria de Oaxaca de Juárez, es la única comandante de la PABIC, cargo y logro –según manifiesta- que la llena de orgullo frente a su familia que es integrada por ella, sus tres hijos y siete nietos.
“Mis nietos me dan luz, me dan motivos para salir cada día a las calles, pues cuando me ven uniformada se emocionan y se llenan de orgullo diciendo que su abuelita es una policía, esta muestra de cariño y el amor por mi uniforme, es lo que me ha hecho llegar al lugar en que me encuentro actualmente”, declara.
La Comandante Ortiz –como la llaman en la PABIC- deja ver que la persecución de las metas requiere disciplina, trabajo, responsabilidad y compromiso.
“Las corporaciones policiales somos una prueba de ello, somos servidoras y servidores públicos que respondemos a los requerimientos de la sociedad, cuidamos de su seguridad porque cuando tienes vocación, el trabajo ya no es una obligación”, sostiene.
Continúa: “en el trabajo soy la comandante, pero en casa soy la mamá, la abuela, la suegra, la tía. Al igual que yo, otras compañeras son ejemplo de fortaleza; en cada una de las áreas de Seguridad Pública sacamos la casta por Oaxaca”.
En ello, coincide María Guadalupe Ortiz Álvarez, quien sostiene tajante que tras 22 años de servicio que le representan la mitad exacta de su vida, ha aprendido que para quienes trabaja es para las y los oaxaqueños.
“Mi familia es oaxaqueña, mis hijos, mis parientes y mis amigos también, por lo tanto sé que cuando salgo a algún operativo, cuando estoy en el Alcoholímetro o cuando imparto una plática en alguna escuela, ellos están ahí, ellos forman parte de este Estado por el que trabajamos diariamente, nos son, ni somos ajenos a él tanto ciudadanos como policías”, explica.
Originaria de Santo Domingo Zanatepec, Lupita, como prefiere que la llamen, llegó a Oaxaca a los 19 años de edad y cuenta que tres años más tarde, encontró el amor a su uniforme en la Policía Vial del Estado.
“Cuando vine a vivir a Oaxaca era estudiante, tiempo después, empecé a trabajar. Lo que en un principio obedecía a una necesidad, poco a poco se fue convirtiendo en mi vocación, en el amor que hoy le tengo a mi uniforme y por el que me dedico al 100 por ciento a mis labores diarias”, comenta.
Lupita quien también forma parte de la Unidad de Policía Acreditable de la SSP, destaca que su trabajo le ha permitido satisfacer las necesidades de su familia y todos los días trabaja para sacar adelante a sus dos hijos, pues hace dos años falleció su esposo y su familia se ha convertido en su fortaleza.
“Las mujeres pasamos por las mismas pruebas que los hombres para ingresar a la corporación y para lograr ascensos; esto no significa que seamos mejores que ellos o ellos que nosotras, sino que tenemos la misma capacidad y oportunidad para ingresar a la corporación”, expresa.
Finalmente, destaca que las mujeres y los hombres de la Secretaría de Seguridad Pública, son los encargados de Proteger y Servir y hacer cumplir la Ley, sin distingos de ningún tipo.