Julisa Sánchez.
La llamada Ciclovía en el Centro Histórico fue una obra iniciada en el año 2015, como parte del llamado Andador Semipeatonal. Posteriormente y en medio de controversias, en el año 2021 el Gobierno del Estado a través del entonces titular de la Secretaría de Movilidad (SEMOVI), Arturo López Sorroza, dio a conocer la ahora llamada Biciruta, conformada por un carril a lo largo de 15 kilómetros lineales, 13 de los cuales argumentaron fueron agregados a la existente Ciclovía.
La llamada obra altamente sustentable según sus creadores, tuvo un gasto para los oaxaqueños de 14 millones 937 mil pesos, en pintura blanca y verde para señalizar la división del carril y algunos pasos cebra, así como la instalación de confinadores pintados de amarillo y otros más envueltos en plástico, lo que de acuerdo a los ciudadanos es un costo excesivo para lo que se hizo, gasto que señalan mejor se hubiera aplicado en las calles y tantas necesidades que tiene la entidad, que son más primordiales y de impacto social.
Además a menos de un año de su apertura, la Biciruta hoy presenta daños en la señalética que supuestamente era “nueva”, así como la inconformidad de los automovilistas y motociclistas al tener que soportar el embotellamiento en las principales calles del centro, mientras el espacio de la obra millonaria se encuentra vacío. También, los taxistas han reiterado su molestia en diversas ocasiones, puesto que representa un atraso en su operatividad.
Otro de los cuestionamientos de los ciudadanos al ver la aplicación de sus impuestos, en una obra inoperante a un alto costo, fue la falta de rehabilitación de las Ciclovías existentes en Avenida Universidad y García Vigíl, contempladas en dicho proyecto, pero que hasta el momento siguen abandonadas y sin alguna intervención, por el contrario el paso del tiempo, daños a las señaléticas y separadores de carriles siguen a la espera de que la honestidad se refleje en acciones reales.
Finalmente, esta millonaria obra del gobierno de Alejandro Murat Hinojosa, es parte de una serie de proyectos multimillonarios inoperantes y que solo benefician a empresas que no son de la entidad, donde sin tener un estudio previo hacen las cosas para justificar las fuertes sumas de dinero, aunque en nada abone al progreso y desarrollo social de los oaxaqueños, donde el propio extitular de la Semovi admitió que solo el cinco por ciento de la población ocupa una bicicleta como medio de transporte.
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