El ultra derechista gobierno de Iván Duque siembra el terror y la muerte en la hermana República de Colombia continuando con una larga represión que viene de muy lejos contra líderes campesinos, indígenas y populares.
Se atenta desde hace mucho tiempo contra defensoras y defensores de Derechos Humanos, contra las personas que protestan y contra el pueblo en general, si no hay pretexto para implantar la represión y la muerte los crean. El fondo es la explotación de los más pobres.
Una explotación pro imperialista que hace negocio redondo con el pretexto del combate a las guerrillas o el narcotráfico mientras gana millones de dólares con la venta de armas y municiones o precursores químicos para producir, trasladar y vender toneladas de cocaína.
Para la humanidad, para nosotros ese no es el mayor peligro, el mayor peligro para la humanidad es que seamos incapaces de mirar los peligros que esto encarna e incapaces de sentir el dolor por la pérdida de cientos de miles de vidas humanas.
Que seamos incapaces de reaccionar ante las ejecuciones extrajudiciales, la desaparición forzada de personas y la represión generalizada de un modelo policial y paramilitar de gobernar que se extiende a otras latitudes. México incluido desde hace mucho tiempo.
No, los líderes de la derecha, los medios de comunicación del capital y al servicio del capital no van a salir a decir basta, somos los pobres del mundo, quienes soñamos con un mundo mejor, los que tenemos que realizar acciones que se trasladen en un ¡Basta ya! mundial.
Un basta ya que pare la guerra y la barbarie mundial al servicio de unos cuantos, un basta ya que nos devuelva la paz y la esperanza, que nos devuelva la vida, que nos preserve frente a la muerte y la maldad de los ambiciosos.
Es momento de la reflexión y de las acciones a favor de la paz y por la paz, este mundo sumido en el caos no debe ser nuestro destino. Es tiempo de rectificar lo que como humanidad estamos haciendo mal. De seguir construyendo el camino de la paz.
La violencia y la desesperanza no debe ser el destino de las presentes y venideras generaciones en Colombia, en México, Norteamérica, Rusia, Europa, China o África. En todo el mundo necesitamos espacios para el desarrollo integral de la infancia, la niñez, la juventud y la senectud.
En todo el mundo necesitamos espacios para el desarrollo de la vida con calidad y calidez humana, para vivir todas y todos una vida plena y en armonía con la naturaleza, con nuestra madre tierra y el universo.
Alto a la guerra contra el pueblo de Colombia, sí al grito, la movilización, por la vida y la paz de y desde todo el mundo:
¡Justicia y paz para Colombia, ya!
¡Viva América!
Desde un rincón del exilio,
Juan Sosa Maldonado
Defensor de Derechos Humanos
Domingo 09 de mayo de 2021
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