Julisa Sánchez
En los últimos meses Oaxaca se ha convertido en un escenario de violencia letal, en donde resalta el delito de homicidio con múltiples ejecuciones en este año, siendo principales víctimas líderes sociales, funcionarios públicos, policías, menores de edad, profesionistas, periodistas y empresarios, así también los crímenes se extienden al sector político, mientas que el avance de las investigaciones se mantiene en un 99 por ciento de impunidad.
La responsabilidad delegada desde el pasado 30 de noviembre del 2021 a Dalia Baños Noyola, como titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca (SSPO), no ha dado resultados por la paz de la entidad, por el contrario, las fallidas estrategias de seguridad en donde se involucra a los tres órganos de gobierno han fracasado con las alarmantes cifras de asesinatos, sumándose la comisión de otros ilícitos del fuero común y federal.
En ese sentido, la propia secretaria de Seguridad Pública sufrió un accidente en carretera por una falla mecánica, que visualizó la inoperante estrategia desde la custodia personal. Respecto al siniestro, explicaron algunos elementos de la SSPO que no cuentan con vehículos en buen estado, así mismo, hace falta armamento y otros suministros especiales que permitan hacer frente a la delincuencia.
Mientras tanto, el Gobernador del Estado de Oaxaca, sabedor de la crisis en seguridad que arrastra al sector de la justicia, no ha informado sobre cambios en la SSPO que ha sido demanda principal de los uniformados y de la ciudadanía, asegurando en escenarios nacionales que la Entidad es una de las más seguras del país para quienes la habitan y visitan, sin embargo, siempre se le ve acompañado por un gran séquito de guaruras a bordo de autos blindados, quienes traen un armamento de última tecnología para resguardar al mandatario y familia.
Por otra parte, el Grupo de Estudios sobre la Mujer “Rosario Castellanos” (GESMujer), contabiliza desde el inicio de la administración de Alejandro Murat, 644 feminicidios en Oaxaca.
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