Feligreses se preparan para la fiesta de la "Candelaria"

Metztli Beltrán

Como parte de la tradición mexicana y católica, durante el día de la Candelaria a celebrarse cada dos de febrero, los padrinos del “Niño Dios” en su primer año presentan la imagen ante la Iglesia para su bendición ataviado con un ropón blanco y con los accesorios necesarios, posteriormente lo pueden vestir de algún santo u oficio durante los próximos dos años del compadrazgo, para finalmente entregarlo en un nicho, acción que se deberá corresponder con la repartición de tamales.

Al respecto, las imágenes elaboradas en diferentes materiales desde los más pequeños en número 8 hasta los más grandes en número 60 y tamaño natural o de Belém también requieren restaurarse.

Con anticipación acuden a la “Casa del Niño Dios” todos los feligreses que requieren que sus imágenes religiosas incluso las más antiguas sean reparadas, tal como lo confirma el propietario Klever Omar Bohórquez, quien indicó que una restauración puede llevar de 15 minutos a tres días dependiendo del daño.

De acuerdo al experto, la inversión para adquirir un niñito Dios acostado o sentado ya con accesorios fluctúa entre los 100 y 300 pesos dependiendo del tamaño y material.

Señaló que trajes de San Judas Tadeo, Sagrado Corazón de Jesús, Santo Niño de Atocha, Niño Doctor, Niño Milagroso son de los más recurrentes, sin embargo informó que fue pionero en realizar un traje con la imagen de la Virgen de Juquila.

Además reconoció que se debe de tratar con respeto a las imágenes y sus vestimentas porque representan la fe católica.

Restaurador de Niño Dios
Restaurador de Niño Dios

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