EDITORIAL 182 | “EL ZÓCALO DE OAXACA CONVERTIDO EN MERCADO”

Es verdaderamente indignante ver convertido en un “tianguis”, tanto la ex–planada de la Alameda y el Zócalo de la Ciudad de Oaxaca, en los últimos días. Le venden desde, tomates, chiles de agua, uvas, melones, mangos, ciruelas, cócteles de frutas y bebidas, hat dogs, hamburguesas, tostadas de salchicha y guacamole, además de gelatinas, cacahuates, hot kakes, tlayudas, memelas, empandas, atole, café, aguas frescas… hasta juguetes de plástico, sin faltar los discos “piratas”, además de las artesanías no solamente de los “triquis”, sino de otras partes del país y el extranjero. Por si fuera poco, el plantón de taxis y mototaxis, en los alrededores de la Catedral Metropolitana.

¡Caray!… Como dijera uno de los famosos comediantes mexicanos ¡Que nos pasa…! ¿Hacía donde vamos…?

Sí bien es cierto que se optó por la libre manifestación de  causas justas. Sentimos que ha habido abuso por parte de algunas agrupaciones al manifestarse con acciones reprobables, dando mal aspecto y dañando a terceras personas con sus actos vandálicos.

Sentimos que de continuar el desorden en el primer cuadro de la ciudad. Oaxaca “Patrimonio Cultural de la Humanidad” puede llegar a perder su rango de “Ciudades Patrimonio”, y con ello todos los beneficios que otorga la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Otro mal aspecto en el “Centro Histórico”, a parte de la lapidación del Palacio del Palacio de Gobierno, o bien llamada “Casa del Pueblo”, son las cantinas “estacionadas” en los Portales, las cuales han invadido los pasos peatonales.

Por lo que respecta a los famosos “triquis”, quienes han regresado para plantarse una vez más  en  Palacio de Gobierno, con el pretexto de solicitar su retorno a los Copala, lugar de donde fueron “desplazados”, debido a conflictos de tierra y  políticos, con pérdidas humanas. Desgraciadamente, éstas viejas prácticas han servido como bandera política para llegar a arreglos con el gobierno, tomando en cuenta que  estamos en vísperas de la “Guelaguetza”.

Desafortunadamente hay que entender que existe motivo para que se den este tipo de manifestaciones.

¡“No gastemos la pólvora en infiernitos”! ¡Oaxaca requiere de mucho progreso! ¡Tiene sed de Justicia!… ¡Oaxaca quiere Orden!

Ahora, por otro lado, un grupo de comerciantes establecidos del “Centro Histórico” alientan sus negocios, para no cerrar sus puertas ante la grave crisis económica que se viene arrastrando desde el 2006 y que ha afectado severamente a todos los oaxaqueños.

¡Algo está fallando!… Pero, aún es tiempo de enderezar el rumbo. Hay que tomar el “timón” sin complacencias, “donde mande el capitán y no los marineros”. Pensando en las 4 Mil 31 comunidades que viven en la marginación y pobreza.

Ambulantes en el Zócalo
Ambulantes en el Zócalo

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