Más miedos y silencios en periodistas

Miradas de reportero

Por Rogelio Hernández

Esta segunda semana de septiembre, dos excelentes colegas me allegaron dos trabajos recientes que atizan la pesadumbre y los miedos que nos invaden a muchos desde 2010. Las agresiones contra reporteros y medios no cesan, sólo en agosto se contabilizaron 42 más; se identificaron cuatro grandes causas de inhibición pàra hacer periodismo en México. En ambos casos, el efecto es que se siguen ampliando los silencios por nuestros miedos y la consecuencia es que la gente tiene menos información de la que necesita.

Victor Ruíz Arrazola, corresponsal en México de Reporteros sin Fronteras y Ejecutivo de Protección de la Casa de los Derechos de Periodistas, me mandó copia de su listado inicial de agravios del mes de agosto. Los que pudo recopilar en medios fueron 42. La tendencia marca que al finalizar el año serán aproximadamente 500 las agresiones registradas, la cifra más alta de este sexenio e incluso de los dos anteriores.

Marco Lara Klahr, el reportero especializado en periodismo y violencia, investigador y catedrático en el tema me envío un texto donde se informa de la encuesta que hicieron a 377 periodistas mexicanos Sallie Hughes, profesora adjunta de la Escuela de Comunicación de la Universidad de Miami, Mireya Marquéz-Ramírez, de la Universidad Iberoamericana y él mismo.

Algunas de las conclusiones de la encuesta confirman lo que empiricamente hemos dicho por años de violencia contra el ejercicio periodístico: por miedo hacemos silencio

Casi el 68 por ciento de los periodistas encuestados se han autocensurado:

Más del 64 por ciento dejaron de hacer coberturas callejeras;

Más del 57 por ciento se adhieren a las políticas de censura de la organización de medios de comunicación a la que pertenecen;

La mitad (50.3 por ciento) de afirmó que oculta información sensible de “personas o de colegas sospechosos en sus propias redacciones”.

Con este último datos vemos que el miedo en periodistas ya escaló a tintes paranoides

Agresiones de agosto

Las agresiones que este mes reporta Ruiz Arrazola ocurrieron en 12 entidades, incluida la Ciudad de México. Los tipos son los mismos de cada mes, excepto que en este no se registró asesinato:

Amenazas, acoso hostigamiento y violencia institucional, hechos iniciados desde el 31 de marzo; Clausura irregular de un pequeño negocio; una desaparecido temporal (por 8 días); Ataque cibernético; Agresiones físicas y destrucción de equipo y material periodísticos; Privación ilegal de la libertad;

Agresiones verbales y amenazas; Detención arbitraria; Bloqueo a la actividad informativa; Intimidación y coacción para inhibir el derecho de acceso a la información; Discriminación; Acoso cibernético; Robo; Intento de homicidio; Desaparición; Estigmatización; Despido injustificado; Retención ilegal.

Los agredidos, casi como en los meses anteriores son, mayoritariamente reporteros de municipios o propietarios de medios pequeños o digitales. Los agresores, igual que en todos estos años fueron, principalmente agentes de diversos cuerpos de seguridad u otros servidores públicos.

Los miedos

Marco Lara klahr circuló una nota informativa de la encuesta a 377 periodistas mexicanos alrededor de este ambiente de violencia contra el ejercicio profesional. El Nuevo Herald reprodujo el 24 de agosto parte de los resultados:

“El estudio –cito al Nuevo Herald– fue presentado en la Conferencia de la UNESCO sobre Seguridad de los Periodistas que se llevó a cabo en Helsinki, Finlandia, en las ceremonias del Día de la Libertad de Prensa a Nivel Mundial de las Naciones Unidas, y estará presente en un libro de la UNESCO sobre la seguridad de los periodistas, cuya publicación está prevista para el próximo año.

“En México, 81 periodistas fueron asesinados y 18 desaparecieron entre los años 2000 y 2014, según informes de la oficina que la organización defensora de la libertad de expresión con sede en Londres, Article 19, tiene en la Ciudad de México, y las cifras siguen aumentando.

“Article 19 también ha informado que 2016 ha sido uno de los peores años con respecto a la muerte de periodistas. Las sedes centrales de medios de comunicación han sido atacadas con granadas y con armas de fuego, con un alto grado de impunidad”.

Refieren que algunos de los reporteros encuestados, sobre todo en el sur de México, prefieren publicar historias pero con seudonimos y en redes sociales para evitar el mismo destino de otros colegas asesinados

El estudio de investigación conjunta de Hughes, Marquéz-Ramírez y Lara Klahr llevó casi tres años, durante los cuales se realizaron entrevistas por Skype. Los investigadores recopilaron un directorio con más de 1,200 medios de comunicación de todo el país y generaron una muestra al azar estratificada de 130 medios de comunicación. De allí, se seleccionaron de manera sistemática 377 periodistas y luego se los entrevistó.

Del contexto del trabajo reporteril que los investigadores confirmaron está, obviamente que “las presiones económicas también obligan a los periodistas a callar voces e informes críticos”. Ese es un mal endémico del mercantilismo de la información.

Lo que también encontraron fue que los periodistas que se sienten más presionados por el entorno amenazante son aquellos que defienden pautas éticas para el ejercicio profesional y varios de elllos creen en que pueden promover cambios sociales para el bien público.

Más datos para nuestros miedos y los que faltan. Todavía faltan tres meses de este año.

Periodistas de Oaxaca
Periodistas de Oaxaca

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