PUEBLOS INDÍGENAS

Hiroshima sufrió el primer bombardeo nuclear de la historia el 06 de agosto de 1945, era un lunes a las 8:15 de la mañana cuando aquello se convirtió en un infierno. El jueves 09 de agosto le tocó a Nagasaki, eran las once de la mañana. Murieron más de 200 mil personas inocentes.

Por estos y otros tantos crímenes contra la humanidad los responsables no han pedido perdón, al contrario, continúan con su carrera de dominación a nivel mundial. Muchas veces se ha puesto en riesgo la existencia de toda la humanidad. Su ambición, sus ansias de poder son insaciables.

Mañana 09 de agosto es también el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, si bien nos va se esbozarán algunos discursos, y aún así, ese mismo día no cesará la explotación, el odio contra las poblaciones originarias del planeta y la falta de respeto a sus Derechos Humanos.

Peor que animales han sido tratados los grupos humanos vulnerabilizados para explotarlos, para explotar los recursos naturales de sus territorios, su mano de obra, como esclavos de un sistema capitalista mundial que no respeta su dignidad humana y los prefiere muertos.

Lo peor es que somos millones y no somos capaces de organizarnos para enfrentar los designios de unos cuantos que poseen el control político y económico a nivel mundial, un poder político y económico que nos ha dominado por siglos y que nos mantiene sometidos.

Los estragos en el planeta tierra por las acciones generadas para satisfacer la ambición de unos cuantos tiene efectos devastadores, no solamente por la actual pandemia que enfrenta la humanidad, también por el cambio climático, el aumento del calor a nivel mundial y sus consecuencias.

Tal vez nos hemos acostumbrado a tanto sufrimiento, hemos normalizado lo anormal. Por eso no reaccionamos ante tantas manifestaciones de una guerra absurda y permanente que deja cientos de miles de muertos en nuestro territorio. Decenas de miles de desaparecidos.

Los pobres huyen del hambre y la miseria a las ciudades. Mueren de hambre, de frío, de enfermedades curables o asesinados cuando intentan cruzar la frontera norte. Los que sobreviven, los que logran cruzar han mantenido por décadas gran parte de la economía nacional.

México es un país inmensamente rico donde los pobres, quienes mueren y sobreviven en pobreza extrema son millones. Para ellos no existe la justicia y la igualdad que pregona la Declaración Universal de los Derechos Humanos y cada día van en aumento en Oaxaca, en todo México.

Emiliano Zapata nació un 08 de agosto de 1879, fue asesinado el 10 de abril 1919 antes de cumplir 40 años, nos heredó su irreductible espíritu libertario y el ejemplo de lucha a favor de los pobres y los campesinos, campesinos junto a los que luchó con la exigencia de tierra y libertad.

Ha pasado más de un siglo de aquella Revolución Mexicana y los pobres, los indígenas, los campesinos, los obreros; hombres y mujeres. Todos debemos seguir luchando para que, por la vía de los hechos, los gobiernos den marcha atrás a las políticas neoliberales. Lograr:

¡Justicia, educación y libertad, ya!

Desde un lugar del exilio,

Juan Sosa Maldonado

Defensor de Derechos Humanos

Leave a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

*