Julisa Sánchez.
A pesar de estar en tiempos de campañas políticas y veda electoral, las funciones públicas de seguridad y justicia no deberían de cesar, por el contrario tendrían que reforzarse para garantizar el bienestar de los ciudadanos, según lo dicta la ley, sin embargo, parece que las autoridades de todos los niveles se empeñan en hacer todo lo contrario, omitir y violentar estos derechos, ya que cada vez se registran más robos, asesinatos, extorsiones y delitos graves en contra de los oaxaqueños, que no llegan a castigarse ni mucho menos cesar.
Las ejecuciones se realizan a cualquier hora del día y afuera de los domicilios de las víctimas, muchas veces acompañados por sus familias, incluso menores de edad, razones que no les interesa a los asesinos, quienes impunemente continúan gozando de libertad, casos que son registrados por los peritos en las miles de carpetas de investigación que son abiertas pero nunca cerradas, sin esclarecimientos de los delitos y lo más grave, sin castigo a los delincuentes, donde el principal responsable de la omisión es el Fiscal del Estado de Oaxaca, Arturo Peimbert Calvo, quien desde que tomó el cargo público no ha mostrado un desempeño efectivo, lo que en cualquier otro trabajo sería razón principal de despido.
Los asaltos a comercios, transeúntes, domicilios y motociclistas, principalmente, se hacen con lujo de violencia, donde los asaltantes muchas veces superan a los elementos de seguridad en equipamiento y armas, por lo que la policía solo realiza el reporte respectivo.
La actual legislación del Congreso del Estado de Oaxaca, anunció que en próximas fechas llamarán a rendir cuentas a Peimbert Calvo, y en su defecto a la responsable de la seguridad de los oaxaqueños, Dalia Baños Noyola, por todos los casos pendientes de procuración de justicia y la ola de violencia e inseguridad desatada, debido a que ellos tienen todos los medios a su alcance para combatirlos, además del millonario presupuesto que cada año reciben como dependencias gubernamentales.
Cabe señalar que Oaxaca continúa hundida en el rezago de justicia, seguridad, además de crisis económica, de salud y educación, donde la ciudad y sus habitantes solo observan el pasar de los años y daños, sin que ningún funcionario público haga la diferencia en servir a su pueblo y no servirse de él.
Spanish