Estadio de beisbol universitario que ocupa el equipo profesional de beisbol “Los Guerreros”, no deja beneficios para la Universidad
Julisa Sánchez
La Máxima Casa de Estudios de Oaxaca continúa en crisis, situación que se extiende a la formación deportiva y cultural de los universitarios, sector que se muestra de manera deplorable con espacios abandonados y en pésimo estado, canchas de tierra, sin mantenimiento en la imagen, sucios, sin cuidado a las áreas verdes, así como instalaciones sin servicios básicos, etcétera, los cuales ante la falta de vigilancia y aplicación del reglamento interno, ya son escenarios de alcoholismo, drogadicción y delincuencia.
La falta de un proyecto de rescate deportivo para la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (UABJO), que pueda entregarse a las autoridades gubernamentales federales, estatales o municipales, contribuye a que el destino de la formación deportiva siga carente, dejando un fuerte retroceso para los alumnos en su formación profesional y la frustración de los talentos universitarios.
Los campus deportivos
Tan solo las instalaciones deportivas de la Ciudad Universitaria (CU), ubicadas sobre la Avenida Universidad, que cuenta con tres canchas de futbol, un campo de béisbol, un gimnasio, pista de atletismo y canchas de basquetbol, todo el complejo deportivo se presenta en pésimas condiciones y con un visible abandono, además con accesos saturados de hierbas y tierra, son la imagen real de la crisis que existe en el deporte universitario.
Otro de los escenarios de grandes glorias deportivas, es el Estadio “Manuel Cabrera Carrasquedo”, que se localiza en la Calle de los Derechos Humanos, un gran templo del futbol que sigue la suerte de las pésimas condiciones. El inmueble tiene un gran campo de tierra, con una desaparecida pista de atletismo, un área de gimnasio abandonado, laminas desprendidas de su barda , gradas de cemento con pintura gastada, y otras más de fierro oxidado sin bancas.
Los muros del estadio son utilizados para propaganda de empresas privadas, dejando a un lado el fomento al deporte estudiantil sin fines de lucro, de la misma manera, la invasión de escuelas de futbol que obtienen recursos para la formación pero que no se muestran en beneficio de las instalaciones deportivas, mucho menos de la matricula estudiantil, entre otras situaciones.
Otra cancha que se encuentra en el abandono por las autoridades universitarias es la de basquetbol, ubicada en la Calle de Morelos, en el Centro Histórico de Oaxaca, donde la falta de mantenimiento en general se puede observar en cada rincón, pero ha sido espacio para realizar diversas ligas comerciales.
Estadio profesional de Béisbol de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca
Fue en el periodo gubernamental de Diódoro Carrasco Altamirano que aparecieron “Los Guerreros”, equipo profesional de la Liga Mexicana de Béisbol (LMB), que desde el año 1996 ocupa como sede el Estadio de Béisbol Eduardo Vasconcelos, propiedad de la UABJO, del cual se dice fue entregado en comodato a la Fundación Alfredo Harp Helú (FAHH), dueño de la franquicia deportiva. Sin embargo, la información no se dio a conocer públicamente, se mantiene oculta a los estudiantes y catedráticos sobre la entrega de ese importante espacio deportivo y sobre los “beneficios” que tiene la UABJO.
El imponente Estadio que se ubica en el Boulevard Eduardo Vasconcelos, es conocido por los seguidores del equipo como la gran cantina de Oaxaca, desde el origen de un lamentable hecho el pasado mes de marzo del 2004.
Así también la venta de boletaje de toda la temporada, la renta de bardas y anuncios espectaculares, comercialización de comida, bebidas, souvenirs y cuotas de puestos ambulantes, son acciones comerciales que no tienen ningún beneficio para la comunidad universitaria.
Otro espacio alterno a este importante estadio es el terreno que se encuentra a un costado sobre la calle de Alianza, en donde existían dos canchas de beisbol, ahora es ocupado como estacionamiento privado y sede de eventos masivos, todos con fines de lucro.
Llega el futbol profesional a la Universidad
Otro equipo profesional que llega a la UABJO son “Los Alebrijes”, quienes cada año se despiden de su afición, sin embargo, no lo cumplen y continúan su permanencia en la entidad, el campeón del futbol profesional tiene como sede el Estadio del Instituto Tecnológico de Oaxaca (ITO) y el pasado mes de agosto del 2022 anunciaron su llegada a la Autónoma Benito Juárez, sin que hasta el momento ocupen como sede algún campo universitario. De la misma manera, su nombramiento como Alebrijes-UABJO en el ámbito profesional no se explica abiertamente sobre el beneficio para ambas instituciones.
Es importante explicar que dentro de las filas de jugadores, tanto en el beisbol como en el futbol profesional, tampoco existe un universitario.
Un rector de fotografía
Mientras tanto, el Contador Público Cristian Eder Carreño López, nombrado de manera exprés como rector de la Máxima Casa de Estudios el pasado mes de abril para el periodo 2022-2024, solo ha ocupado los espacios para la foto con destacados deportistas y políticos, algunos con gran decepción de promesas deportivas y sociales, respectivamente.
Asimismo, Carreño López recorrió los pasillos del Poder Legislativo para solicitar el nuevo presupuesto, sin exponer sobre la crisis que arrastra la UABJO desde hace muchos años y las alternativas para enderezar el rumbo, es decir, no contempla un proyecto de reestructuración, no solo para el deporte, sino para todo el escenario que es la Máxima Casa de Estudios, que ya no aparece en los principales estándares nacionales de academia a nivel universitario.
Próximo a cumplir su primer año de rector, la UABJO se encuentra sin rumbo y en espera de que el recurso se destine a la academia.
Finalmente la falta de seguridad se replica en todas las instalaciones universitarias, donde los más desprotegidos son los estudiantes, quienes también han denunciado el lucro para las autoridades estudiantiles en las altas cuotas de inscripción para acceder a la educación profesional, siendo en su mayoría alumnos de escasos recursos y provenientes de comunidades con altos grados de marginación, donde poca importancia se les da al sistema de becas, pero si a la renta de sus espacios aunque no estén en óptimas condiciones.
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