Raúl Bolaños Cacho Cué, un fantasma en el Senado

Hetilberto Juárez

Descendiente de la política en Oaxaca, el joven senador de la República, Raúl Bolaños Cacho Cué, desde el año 2018 y con un periodo que culmina hasta el 2024, se ha convertido en un fantasma del Senado de la República, ocupando una curul que a dos años de su gestión no ha dado ningún resultado, mucho menos un beneficio a favor del pueblo oaxaqueño y el País. En un momento crítico en salud, economía, seguridad y justicia, agudizado por la pandemia del Covid-19, Bolaños Cacho permanece como un espectro entre las líneas de trabajo de sus homólogos a nivel federal.

Quizá sea por el partido que representa, el Verde Ecologista de México (PVEM), pero eso no es justificante de la falta de capacidad para desarrollar proyecto de ley o alternativos y de gestión pública para beneficiar a Oaxaca, entidad que permanece en el último lugar de desarrollo mostrando en sus Ocho Regiones pobreza y miseria.

Bolaños Cacho Cué, llegó a ocupar el cargo por el principio de primera minoría, es decir, la democracia establecida en los lineamientos electorales, que obligaron al Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), a ceder la curul para el joven ecologista.

Incluso desde la propia sede en Oaxaca del PVEM, los reclamos de la militancia son evidentes, como fue el pasado 11 de diciembre del 2020, en donde pintarrajearon las paredes del inmueble denunciando corrupción y falta de cumplimiento a la palabra en beneficio de los militantes.

Al joven Raúl, aún le quedan 3 años en el poder federal, esperando el llamado a ocupar un nuevo cargo, quizá la gubernatura de Oaxaca. Sin embargo, es claro que mientras espera un nuevo puesto, no ha hecho ninguna acción para aliviar el sufrimiento del pueblo en esta pandemia de más de 10 meses y que continuará hasta nuevo aviso, sin destinar gestiones para programas de rescate económico, estrategias, reformas o incluso altruismo con su sueldo millonario a cambio del mínimo o nulo esfuerzo, ni mucho menos volver a pisar la tierra de los ciudadanos que creyeron en su palabra mientras estaba en campaña, sus paisanos, todos aquellos con los se tomó la foto y les robó tiempo mientras vociferaba discursos banales.

Mientras tanto, su suplente, José Javier Villacaña Jiménez, quiere regresar a gobernar la Ciudad de Oaxaca de Juárez, sin tener buenos resultados en su pasada administración, además de arrastrar con una serie de escándalos y dejar a la capital con muchos problemas, uno de ellos el aumento de los puestos ambulantes en el capital oaxaqueña, por mencionar algunos. Empero ha tratado de dar una buena imagen a los ciudadanos y su regreso a la contienda electoral ya ha mostrado la desesperación y repulso entre la militancia Priísta.

Senado de la República

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