Y a ustedes periodistas ¿cómo les va?

Por Rogelio Hernández López

Comparto un dialogo que no debió producirse y su secuencia de temas y propuestas para reducir la vulnerabilidad de los periodistas en México.

Un diputado del sureste con intenciones de promover alguna legislación en su estado “para ayudar a la prensa” (así dijo) me aseguraba que para reducir los riegos sería suficiente con hacer una ley estatal de coordinación con el mecanismo de protección federal para personas defensoras de los derechos humanos y periodistas.

–Ya es hora de hacer algo —se ufanaba, al inicio de la conversación–. Así la prensa tendría más garantías para su trabajo, al menos en mi estado– Yo me sonreí, sin burla. Pero le solté tres preguntas:

–¿Cuál es el diagnóstico que tiene usted de la libertad de expresión en su entidad? ¿Qué problemas querría usted corregir? ¿Usted cree que tenemos los mismos problemas, las empresas de prensa y los periodistas?

– El de la violencia sí, es parejo. Hay que hacer algo. Pero tiene razón no son lo mismo. ¿A ustedes los periodistas cómo les va?, preguntó ahora él, sincero, sin sorna. Y yo estimé bien su curiosidad y le respondí de botepronto.

–De la fregada y cada vez peor. No basta con leyes o mecanismos de protección cautelar. El fenómeno tiene un trasfondo estructural que beneficia a las grandes empresas de la prensa y que es bastante difícil de cambiar.

No proseguimos mucho más. En ese primer encuentro convenimos en que había necesidad de homologar mucha información, manejo de conceptos y de categorías para el análisis. Para muchas personas metidas en la cosa pública (sea legislativa o de gobierno) el tema es dificultoso de comprender, suponen que sólo son los agravios. Y se entiende que sean así.

El diputado y yo pactamos también que le haría llegar algunos documentos para ofrecerle un panorama y que después volveríamos a encontrarnos para alimentar su intención de ayudar a “la prensa”. Le entregaré una versión del documento que hice para Freedom House y la Casa de los Derechos de Periodistas (CDP): Prontuario para fortalecer a periodistas vulnerables de México. Comparto con ustedes una sinopsis del primer capítulo

I. EL MODELO ESTRUCTURAL PRODUCTOR DE VULNERABILIDADES.

El escenario general en que se ejerce el periodismo en México tiene aspectos estructurales muy negativos para el derecho a la información y las libertades de expresión y de prensa. Una de sus consecuencias ha sido el desarrollo de vulnerabilidades de amplios sectores de medios de prensa y de la mayoría de los periodistas.

Entre los muchos diagnósticos que se han ofrecido recientemente, dos de ellos son de mayor importancia para comprender esos aspectos estructurales: el que en 2012 divulgaron las relatorías de Libertad de Expresión de la ONU y de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos; más el Informe Sobre la libertad de expresión y prensa en México que presentaron en 2013 el Centro Jurídico por los Derechos Humanos y la oficina en México de Freedom House, en camino a la sesión 17 del Examen Periódico Universal de la Organización de las Naciones Unidas.

En estos documentos se comprueba que siguen predominando la mayoría de factores estructurales negativos:

• Fortaleza del modelo que propicia la concentración de la propiedad de los medios de comunicación masiva, y con ello del gasto publicitario y de la información;

• Pocos y dispersos cambios en el anacrónico régimen legal en la industria de medios de comunicación;

• Gasto publicitario del sector público arbitrario y sin transparencia;

• Inhibición de fuentes informativas alternas;

• Deficiente acceso a la información de prensa de amplios sectores sociales;

• Insuficiente operación de los instrumentos de acceso a la información generada;

• Insuficiencia de recursos legales para que ciudadanos se hagan escuchar, para replicar o para proteger su derecho a la vida íntima.

Todo este panorama ya había sido perfilado durante el Foro “Los medios de comunicación social (septiembre de 2008), al que convocaron el Centro de Colaboración Cívica, el Consejo Ciudadano del Premio Nacional de Periodismo, la Fundación Prensa y Democracia y el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas.

Para complementar estas visiones, periodistas que han tenido contacto con la CDP reconocen o corroboran la mayoría de estos factores y resaltan otros cuatro, igualmente negativos:

• Los medios de prensa predominantes son empresas que convierten en mercancía la noticia y obstruyen la información que no cumpla con el criterio mercantil.

• Los gobernantes de todos los partidos y niveles dan preferencia informativa a los grandes medios industriales y discriminan a cientos de medios y periodistas que ofrecen líneas informativas diferentes y aportan pluralidad de visiones.

• Los medios y periodistas en los estados están en zozobra constante por la presión política sin control y por el arbitrario manejo del gasto en publicidad, que crónicamente los ubica en los niveles más bajos de las listas de anunciantes.

• Las y los periodistas de localidades pequeñas y medianas laboran como corresponsales o FreeLancer, en su gran mayoría sin contratos de trabajo, ni prestaciones, ni seguros de vida y con pagos, que van desde 150 a 400 pesos por trabajo, condicionados a que sus obras sean divulgadas.

En el ciclo de agresiones que se facilitan por estas y otras causas estructurales, afloran otras debilidades de personas dedicadas al periodismo. Así lo confirma el Informe sobre la libertad de expresión y prensa en México de 2013 que divulga Freedom House en su sitio Web:

• A la fecha, la concepción que subyace a la protección de la libertad de expresión y prensa es restrictiva, pues no atiende a los derechos de vivienda, salud y empleo de los periodistas desplazados, aumentando su vulnerabilidad y alejándolos del ejercicio de su profesión.

• Condiciones laborales precarias y falta de apoyo del propio gremio, así como de los medios de comunicación en los que colaboran los periodistas, contribuyen a su vulnerabilidad. Las empresas periodísticas también están expuestas a las agresiones de grupos delictivos y autoridades.

En el fondo de todas estas visiones, se deriva a la conclusión de que este modelo mercantil ha creado muchos obstáculos para el desarrollo de medios pequeños y medianos en las localidades y que, más acentuadamente, fue haciendo vulnerables a sus trabajadores y a los periodistas creando una amplia capa de subempleados que se llaman a sí mismos independientes o free lance. Estos medios y estos periodistas han sido los más castigados en el ya largo ciclo de agravios (2000-2014) que asola al periodismo mexicano.

Hasta aquí el primer capítulo del ensayo referido que fue entregado a Freedom House para su edición y difusión masiva en 2015. El siguiente tema será para entender un poco más el fenómeno incesante que son los agravios a medios y periodistas.

———————————

Reportero desde 1977. Especializado en investigación en Excélsior, El Universal, Milenio y otros. Dos veces Premio Nacional por el Club de Periodistas. Autor de los libros Zócalo Rojo, Zorrilla y Sólo para periodistas. Ensayista. Profesor invitado en varias universidades. Ex Consejero del Mecanismo de Protección a Periodistas de la Segob y Ex Coordinador de Protección de la Casa de los Derechos de Periodistas, A.C. Es Consultor en temas de protección, leyes y políticas públicas sobre el periodismo. Email: rogeliohl111@gmail.com

Leave a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

*