Julisa Sánchez
Las estadísticas nacionales colocan a Oaxaca en semáforo amarillo por el alto índice de delitos que azotan en las 8 Regiones: secuestro, robo, extorsión, feminicidio y homicidio, son los ilícitos que se mantienen a la alza en el gobierno de la primavera oaxaqueña que encabeza el Ing. Salomón Jara Cruz, desde el mes de diciembre del año 2022.
Tan solo el fin de semana se registraron ejecuciones y hallazgo de cuerpos, las zonas de La Tonameca, la supercarretar en el tramo Oaxaca -Cuacnopala, Zimatlán de Álvarez y la Asunción Ixtaltepec, en el Istmo de Oaxaca, fueron los escenarios de nuevos crímenes, dónde resalta el asesinato de la militante y referente del Partido Movimiento Ciudadano (MC), Rosa Madel Montaño.
La alarmante ola de inseguridad que registra el semáforo delictivo en la primavera oaxaqueña es de mil 44 homicidios, sumándose otros tipos penales.
La crisis de seguridad y la ingobernabilidad en Oaxaca ha provocado masacres en las comunidades, como ocurrió en la población de Lázaro Cárdenas, el artero crimen cumple un año y se mantiene en la impunidad.
El reclamo de justicia y la demanda permanente para la renuncia del Gabinete de Seguridad integrado por la Secretaria Ejecutiva de Seguridad Pública, Lic. Karina Barón y del Secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Capitán de Marina Iván García Álvarez, no ha sido atendida por Salomón Jara Cruz, quien justifica echando la culpa al pasado y tener “otros datos”.
Mientras tanto, el pueblo de Oaxaca se mantiene en la incertidumbre y en la angustia ante la severa crisis que se extiende en salud, justicia, educación, cultura y deporte, manteniendo a Oaxaca en el último lugar en desarrollo del País.
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