Julisa Sánchez
Cada invierno aparecen las campañas del “cobertón” con leyendas de “abrigando corazones”, “cobijemos Oaxaca”, etc., que tiene por objetivo recaudar el mayor número posible de elementos que puedan servir para cubrir del frío invierno a personas vulnerables y de escasos recursos en las 8 Regiones de Oaxaca, sin embargo, la historia ha detallado que estas jornadas de beneficencia no cumplen con el objetivo para la realidad, es decir, miles de personas al interior del Estado son afectadas por los climas de estas fechas, algunas, pierden la vida.
Principalmente en la capital oaxaqueña, existen zonas que son identificadas por los gobiernos en sus tres niveles, dos de las principales son el centro histórico y la Central de Abasto en donde se concentra el mayor numero de personas que padecen enfermedades, indigentes, adultos mayores abandonados y niños, que hacen de la calle su hogar.
En este invierno como en los años pasados, los albergues que tanto se publicitan en redes sociales no existen, o no cumplen con su objetivo de abrir sus puertas para los más necesitados.
Los recursos públicos millonarios que se destinan a este sector, son visibles únicamente en fotografías, pero no ejecutables.
El tiempo y la falta de una verdadera ruta para aliviar o sanar a las personas que deambulan en las calles buscando alimento y refugio, aún sigue lejos, dejando que la triste imagen se replique en cada esquina, parque y avenida de la capital oaxaqueña.
Toca el turno ahora a Irma Bolaños Quijano, nueva titular del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) del Estado de Oaxaca, quien tendrá la noble tarea de proponer alternativas y programas urgentes para la consolidación de la asistencia social.
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